Lampara de selenita

La selenita o piedra de la luna (porque los cristales se forman en luna
creciente), es una piedra muy espiritual y especial. Se formó con la
evaporación de los antiguos océanos y lagos salados, tiene una
vibración muy fina y aporta claridad mental. Está compuesta de
sulfato de calcio hidratado, al ser calentada con la bombilla de luz,
emite iones negativos beneficiosos para el ser humano, al tiempo que
reduce los agentes contaminantes del aire. La selenita es luz
liquida.

Fue el secreto mejor guardado de los alquimistas, es más que un simple
mineral. Es una piedra puente con el más allá porque recibe y envía
información a través de frecuencias muy elevadas. Contiene
registros con toda la información de lo que ha ocurrido en el
planeta durante miles de años. Era muy secreta, la utilizaban los
alquimistas para guardar sus conocimientos en las estrías del
cristal, para perpetuar su conocimiento. Es una piedra muy femenina.

Propiedades:

Infunde paz profunda y es excelente para la meditación o el trabajo
espiritual.
Es protectora, crea una barrera protectora que impide que entren
energías densas.
La selenita permite conectar con otras vidas también nos ayuda a
resolver problemas.
Elimina la confusión y da gran estabilidad emocional. 
Combate la tristeza y la melancolía; elimina recuerdos dolorosos, rabia,
resentimiento, rencor y toda clase de energías negativas
A nivel familiar aporta armonía, paz y seguridad. 
A nivel físico cura la mayoría de las enfermedades.
A niveles avanzados podemos frotarla con un dedo humedecido y podremos
visualizar vidas futuras y pasadas.
Ayuda a la toma de decisiones, es como una espada afilada de sabiduría
que corta la ignorancia. 
Aumenta la telepatía. 
Limpia el aura. 
Limpia el chacra de la coronilla.
 
Cuidados:
La selenita se limpia a la luz de la Luna.